martes, 30 de diciembre de 2014

Arte de la Edad Moderna

Los siglos 15-18 fueron testigos de una gran revolución en la vida del arte puesto que surgió el arte de la Edad Moderna y junto con este se dieron: el establecimiento del absolutismo, descubrimientos geográficos (conlleva al colonialismo), invención de la imprenta, surgimiento del protestantismo y el nacimiento del humanismo como tendencia cultural. Con este trasfondo, en el campo artístico surgieron 5 estilos o movimientos (Renacimiento, Manierismo, Barroco, Rococó y Neoclasicismo) que reinventaron y transformaron  la concepción del arte como manifestación humana. A partir de esto se comenzó a hacer estudio del arte tal como lo hizo Vasari en su texto Vidas, documentando la historia del arte a través de biografías de artistas. Winckelmann analizó la evolución estilística mediante las civilizaciones.  

Primavera de Sandro Botticelli

Para el siglo 15 surge el llamado renacimiento en Italia, que a finales de siglo e inicios del próximo se difundió en Europa. Este estilo supuso un renacer del arte clásico grecorromano puesto que durante el periodo medieval se reinterpretó y se desarrolló uno impregnado de la religión nueva (cristianismo). El renacimiento tomó su inspiración de la naturaleza y permitió el desarrollo de nuevas formas de representación (ej. la perspectiva) sin dejar atrás el tema religioso. El ser humano y su entorno adquirieron mayor importancia al momento de hacer representaciones. Surgieron nuevos temas como la mitología y la historia, además de nuevos géneros como el bodegón (se representan animales, flores entre otros objetos naturales o hechos por el hombre en un espacio determinado), el paisaje (representación de escenas de la naturaleza) y el desnudo en las obras de arte. A diferencia de la época medieval, la edad moderna tuvo una concepción más racional de la belleza que tenía como base la armonía y la proporción de las partes en la representación. 

Les cuento que en el campo de la arquitectura fueron rescatados los modelos clásicos como el arco de medio punto, la bóveda de cañón, la cúpula de media naranja y los órdenes. Al momento de diseñar una obra arquitectónica tenían como base las proporciones matemáticas para la perfección de las formas, resaltando la importancia de la luminosidad y claridad de los espacios. Para este entonces sobresale la arquitectura realizada en Florencia como lo es la cúpula de Santa María del Fiore de Fillipo Brunelleschi. Sin embargo, durante el siglo 16 Roma se posiciona como centro artístico y el Palacio Farnesio de Antonio da Sangallo es un excelente ejemplo. Por otra parte, la jardinería adquirió fama siguiendo un diseño estructurado. De ahí, surgió el jardín italiano cuya composición fue geométrica y construido sobre terrazas con escalinatas como Villa Madama de Rafael. 

Santa María del Fiore de Brunelleschi

Palacio Farnesio de Sangallo

Villa Madama de Rafael

Al ser rescatado el estilo clásico, la escultura renacentista tuvo como objetivo la representación perfecta idealizada. Sin embargo, para el siglo 16 la elegancia de las curvas y lo esbelto de las proporciones quedaron atrás. En su mayoría, la escultura fue trabajada en mármol y bronce con la preferencia por la forma monumental. Se desarrolló el género del retrato tanto en bustos como en figuras ecuestres. La escultura de Judith y Holofernes de Donatello muestra claramente el tipo de representación que se trabajó. 

Judith y Holofernes de Donatello

La pintura renacentista se carcterizó por ser naturalista y por las temáticas mitológicas o profanas junto con las religiosas. Con los estudios de perspectiva (cómo se va a utilizar el espacio) realizaron obras con excelentes efectos realistas, tomando como base las proporciones matemáticas. Se empleó el uso del fresco (pintura sobre una superficie cubierta con dos capas sobre la cual se aplican los pigmentos aún cuando la segunda capa está húmeda) y el temple (pintura en la cual el disolvente del pigmento es agua y el aglutinante o temple es algún tipo de grasa animal, huevo, caseína o glicerina) e introdujeron el óleo por influencia flamenca. Otra técnica utilizada fue el sfumatto o perspectiva aérea (se refiere a una notación de sombra sin línea) desarrollada por Da Vinci, convirtiéndose en uno de los principales exponentes. Rafael es otro exponente que se destacó por ser un maestro en el clasicismo con una ejecución pictórica perfecta, lo que se ve claramente en los frescos de las Estancias del Vaticano. 

La Virgen de las Rocas de Da Vinci


Adán y Eva, Estancia del Sello de Rafael en el Vaticano

En este tiempo surgieron unas clases adineradas que le dieron auge a las artes industriales como la ebanistería y la técnica de la intarsia, que con embutidos de madera de varios tonos produce efectos lineales o imágenes. Se desarrolló la tapicería en bocetos que los pintores como Bernard van Orley desarrollaron. En la cerámica consiguieron tonos brillantes y de gran efecto con barnices vidriados. El vidrio fue decorado con hilos de oro o con filamentos de vidrios de colores. En la orfebrería resaltaron los esmaltes y camafeos, siendo desarrollada por escultores como Lorenzo Ghiberti. Las técnicas de grabado en su mayoría fueron perfeccionadas con la aparición de las artes gráficas que vinieron a raíz de la invención de la imprenta. 

El arte renacentista fue uno que rescató el clásico para perfeccionarlo con nuevas técnicas de representación y para revolucionar la historia del arte. El próximo viernes los espero con el manierismo y la revolución artística que supuso. Hasta la próxima. 

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