Hoy día tenemos el placer de disfrutar obras teatrales donde
vemos a los actores haciendo su actuación y en algunos casos improvisan ya
sea con algún parlamento o promoviendo la participación del público. Muchas veces logran que uno como espectador se
adentre en la obra y olvide por un tiempo sus situaciones diarias. Así, forman
parte de la amalgama de actividades de entretenimiento que acaparan nuestra
atención y nos apresan en su mundo.
En el mundo del arte surge a finales de los años 60 un movimiento
que comparte ciertos elementos con el teatro y se conoce como performance. El concepto
performance proviene de “perform” que significa actuar o interpretar, así que al
igual que el teatro implica una actuación que en ciertos casos requiere de
improvisación. Se trata de una representación escénica cuya intención es
provocar o asombrar al espectador, por consiguiente involucra fuertemente a la
audiencia. Una característica muy particular es que el sujeto que realiza la
actuación es el elemento vital de la obra, no se trata de objetos sino de una
persona que lleva a cabo una acción ante un público.
Cuenta con unas referencias. En primer lugar, a las
interpretaciones que se llevaban a cabo en el Cabaret Voltaire por parte de los
artistas pertenecientes al DADA donde recitaban poemas entre otras actividades.
También guardan una relación con los futuristas y su intención de expresar sus ideas por otros medios adicionales de la pintura. El desarrollo
del performance como movimiento artístico está estrechamente ligado al del
happening (artículo anterior) surgidos en la misma década compartiendo la
participación del público. Este arte vivo en algunos de las actuaciones pone de
manifiesto un asunto ético porque el observador se debate entre intervenir o
no, acción que dependerá de la temática que se presente.
Entre los que realizan performances Marina Abramovic y
Carolee Schneemann han destacado por sus actuaciones impactantes para la
audiencia. Carolee Schneemann en su obra Royo
interior donde sale desnuda y de su área púbica extrae un papel, aparece
pintada y muestra un tema feminista. En relación con la ética Abramovic en sus
performances logra este debate interno en el espectador. En Rest energy with Ulay la artista aparece con un compañero halando un
arco con una flecha en dirección a ella. Entonces, he aquí el asunto de
intervenir o quedarse mirando a ver qué pasa porque la artista se coloca en
riesgo y el observador se encuentra incómodo ante el evento. Lips of Thomas es el más impactante
porque Marina Abramovic sale desnuda auto-flagelándose y torturándose ante la
audiencia. Ello desata el asombro y la interrogante ¿qué hago? ¿La detengo o
dejo que siga? ¿Qué harías tú como
espectador ante tal evento?
No hay duda de que este movimiento artístico es
totalmente revolucionario puesto que por sus actuaciones logra impactar al
espectador. Nuevamente el arte nos sorprende y esto no se acaba porque la
semana próxima hay más. ¡No se lo pierdan! Hasta el viernes próximo, un
abrazo.
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compartir la información. Gracias.
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