El fenómeno de la velocidad es muy famoso en estos tiempos donde acapara pantallas de cine, pistas de carreteras y hasta restaurantes de comida rápida. Estamos en tiempos que el factor velocidad es muy apreciado y exigido al punto que queremos que esté en todo. Sin embargo, esta necesidad no es tan revolucionariamente nueva como pensamos. A principios del siglo XX en Italia, frente al advenimiento de la sociedad moderna, surge un movimiento conocido como el arte del futuro o futurismo. Este arte estuvo asociado al fascismo de Mussolini, además de que los que lo conformaron representaron un abanico de ideologías políticas como el comunismo, anarquismo, socialismo, etc.
Bajo el velo de la industrialización de la gran ciudad el futurismo fue liderado por Filipo Tomasso Marinetti quién además fue escritor, poeta, activista político y artístico sin ser artista plástico. Marinetti es quién fomentó la creación e impulsó el futurismo como movimiento artístico. Este intelectual hace un manifiesto en que expone las pretensiones del futurismo. De primera instancia, rechaza la tradición puesto que como arte busca algo diferente, de ahí que incorpore elementos extra-europeos y exóticos a la vez. El modo de ser del futurismo se caracterizó por un amor al peligro, a lo temeroso, a lo enérgico, al patriotismo y al militarismo. La intención era exaltar el movimiento agresivo y la belleza del movimiento veloz. De esta manera presentó una obra provocadora a la vez que introdujo un canon nuevo: el auto o la máquina como belleza. El futurismo va a glorifiicar la guerra como higiene del mundo, afirmar el rol subordinado de la mujer y romper con la tradición de los museos, bibliotecas y academias.
Los artistas que destacaron en este grupo lo son: Giacomo Balla, Carlo Carra, Benedetta Cappa Marinetti, Umberto Boccioni, Antonio Sant Elia, Gino Severini, Luigi Russolo, Fortunato Depero, Gerardo Dottori y Tullio Crali. Este conjunto de artistas destacaron las características del futurismo, pero en especial el interés por mostrar la belleza del movimiento veloz en sus escenas pictóricas. Sin duda el arte del futuro se encargó de representar la velocidad y resaltar las máquinas que caracterizaron los avances de la industrialización.
Street light de Balla
El funeral del anarquista Galli de Carra
Síntesis plástica de los movimientos de una mujer de Russolo
Speeding motor boat de Cappa Marinetti
El ciclista atraviesa la ciudad de Depero
Pan Pan en el Monico de Severini
Formas de continuidad en el espacio de Boccioni
Batalla aérea sobre el Golfo de Nápoles de Dottori
Antes de que el paracaídas se abra de Crali
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