miércoles, 20 de mayo de 2015

El lado oscuro

¿Les ha pasado alguna vez que dicen algo que no se supone que dijeran o que no debieron haber comentado? ¿Si o no? Aunque tratemos de negarlo es muy probable que nos haya sucedido en algún momento. Cuando sucede, uno quiere desaparecer de la faz de la tierra, que la tierra te trague, que te caiga un rayo o simplemente dar 'rewind' para evitar semejante pasme, bochorno o vergüenza. Pues así somos y esas cosas suelen pasarnos muy a menudo o a veces. Este vergonzoso momento muestra como una instancia de nuestro ser se levanta y alza la voz. Dicha instancia es el inconsciente o el id como lo designó el padre del psicoanálisis Sigmund Freud. Este doctor muy reconocido y famoso planteó que el ser humano está constituido de por 3 instancias: el id en el que predomina el principio de placer (deseos irracionales, necesidades egoístas, etc.); el super-ego dirigido por el principio de la moral representado por la cultura que rige nuestros comportamientos; y el ego representante del principio de la realidad, de lo que proyectamos ante los demás. El inconsciente tiene 3 modos de funcionamiento: condensación (sucede cuando un contenido latente o constante se comprime y se expresa en un contenido manifiesto como lo es el caso de los sueños), desplazamiento (ocurre cuando el interés se dirige un elemento importante a uno insignificante) y siniestro (se presenta cuando lo que es familiar se muestra como no familiar). 

Teniendo como partida el argumento de Freud en 1924 en Francia luego de la Primera Guerra Mundial surgió un estilo llamado surrealismo. El mismo significa hacer un lenguaje poético artístico basándose en el inconsciente. Se trata de explorar y dejar que se manifieste el inconsciente del artista que trabaja el lienzo sin ningún control racional. Es la sustitución de un trabajo racional por uno que le cede espacio al contenido irracional del inconsciente. Esa era la intención de los artistas, sin embargo cuando se pinta la persona está consciente de lo que hace y no es posible notar el inconsciente. Por consiguiente, emplearon técnicas para adentrarse conscientemente al inconsciente. El cadáver exquisito (referirse al artículo anterior), la escritura automática (no hay pensamiento racional, la misma fluye sin intervención del intelecto) y médium (persona que se comunica con los muertos). 

Este grupo estuvo compuesto de escritores y poetas como André Breton, Benjamin Peret, Phillip Soupault y Antonin Artaud. Entre los artistas que destacaron bajo este estilo se encuentran: André Masson, Max Ernst, Rene Magritte, Joan Miró, Hans Bellmer, Louis Aragón, Oscar Domínguez, Luis Bunuel, Robert Desnos, Paul Eluard, Frida Khalo, Salvador Dalí, Hans Arp, Giacometti, Meret Oppenheim, Joseph Cornell, Remedios Varo y Leonara Carrington. Breton se posiciona como el líder intelectual del grupo y en 1922 alquila un espacio para un estudio que convierte en el Bureau de Investigaciones Surrealistas. Muchos de los integrantes compartían la ideología comunista. Como fuente de inspiración es Giorgio de Chirico con sus obras impresionantes. En Misterio y melancolía de una calle muestra claramente lo siniestro en su composición que reemplaza la belleza y lo sublime. Max Ernst en "Pietá o revolución por la noche" se muestra a un hombre mayor arrodillado parece ladrillo que sostiene a un joven tipo escultura. Es posible que el hombre mayor sea el padre que carga a su hijo. La obra guarda una relación con la Pietá de Miguel Ángel por el título y por el joven de yeso que parece escultura. Muestra la noche que es el ámbito onírico o de los sueños, además de la condensación por el padre que carga a su hijo y detrás hay un hombre con ojos vendados refiriendo al complejo de Edipo. Si bien la misma presenta aspectos del inconsciente en la composición sirviendo como punto de arranque para sus demás obras. 

Misterio y melancolía de una calle

Pietá o revolución por la noche

Ernst también trabaja la técnica del frotash que se refiere a colocar el papel sobre una superficie rugosa por encima se raya el papel con un crayón y se obtiene el relieve. En su obra, Bosque y sol, muestra como funciona la misma. Salvador Dalí, por su parte, en su obra Juego Lúgubre de 1929 introduce lo escatológico (interés en viseras, fluidos, excrementos, etc. por partes no agradables del cuerpo). "El imperio de las luces" de Magritte es una obra espectacular en la que el  día y la noche aparecen simultáneamente, cosa que solo se puede lograr en la pintura. Joan Miró se interesó por la visión maravillosa del paisaje aplicada en el surrealismo. "El campo inclinado" es un buen ejemplo. En ella podemos apreciar la aparición de animales familiares y extraños a la vez, y vemos como todo es traducido a la fantasía. 

Bosque y sol

Juego lúgubre

El imperio de las luces

El campo inclinado

Oppeheim en su obra, Piel de desayuno,  hace un trabajo muy particular y revolucionario ya que recubre una taza con piel o pelaje de un animal incursionando en la categoría del asco en el mundo del arte. Giacometti en "El objeto invisible agarra el vacío", muestra un cuerpo alargado con extremidades finas y cabeza pequeña que  sostiene algo que no está. Bellmer se encargó de explorar el cuerpo humano y en sus obras va a recomponer el mismo de forma distinta, presentando un cuerpo inventado. Las muñecas o maniquíes que hace muestran esta idea del artista. 

Piel de desayuno

El objeto invisible que agarra el vacío

Muñeca

Maniquí 

El surrealismo como estilo artístico pretendió demostrar el inconsciente por medio de sus obras a manera de presentar una nueva propuesta en el curso  del arte la cual le da espacio a que se manifieste un contenido irracional. Sin lugar a dudas bastante revolucionario es el surrealismo, algo muy característico bajo este periodo de vanguardias. Los espero el viernes próximo para continuar nuestro viaje. Recuerden visitar Arte Espacio en las redes sociales y compartir la información. Mil gracias. Hasta la próxima. Un fuerte abrazo a todos.  










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