miércoles, 24 de febrero de 2016

Una maravilla

El arte nos presenta un mundo lleno de maravillas. Dentro de ellas aparecen las grandiosas esculturas. Son trabajadas con una genialidad que dejan al espectador sin aliento. Esta sensación resulta familiar cuando echamos un vistazo sobre las esculturas griegas clásicas y helenísticas. Resulta impresionante que con sus medios hayan logrado semejante obra de arte. Muchas de estas esculturas eran el modelo para representar la habilidad del escultor al trabajar una técnica. De ellas se derivan varias técnicas que colaboraron grandemente a la fama de los griegos. 

Imaginemos que estamos ante el Doríforo de Policleto, esa gran obra que representa su canon de medidas. Este escultor decía que el cuerpo era siete veces el tamaño de la cabeza. Así la cabeza sería la unidad de medida que se repetiría siete veces a lo largo del cuerpo. Ahora bien, Policleto no solo se conformó con el canon sino que dijo que era importante hacer notar las articulaciones para proporcionar de movimiento a la escultura. Asombroso, ¿no? 

Doríforo

Este portador de lanza es un atleta o guerrero que está caminando o al menos esa es la sensación que produce al verlo. Lo cierto es que él muestra una técnica sensacional que aporta a la genialidad de la obra: el xiasmos. Se trata de una “X” en el cuerpo de la cual una línea recta se dispone de un lado y la línea curva en el otro con la cabeza girada para este lado. La misma fórmula la vemos en el Diadúmenos de Policleto. 

Diadúmenos

Muchas de estas esculturas griegas no se conservan las originales puesto que ellas eran de bronce un material que posiblemente fue fundido y reusado para otros propósitos. Lo que tenemos hoy día son las copias romanas hechas en otro material y muchas de ellas con un soporte. Gracias a ello es que podemos tener una idea de cómo trabajaron la escultura los griegos. 

Arte Espacio te espera la semana siguiente con más por contar, ¡no te lo pierdas! Recuerda visitar el blog en las redes sociales, compartir la información y dejar comentarios. Hasta la próxima y buen fin de semana. Chao.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Soy tu conciencia

El arte siempre está a la vanguardia. Trabaja una inmensa cantidad de temas con la intención, en algunos casos, de llevar un mensaje. Otros invitan a la contemplación del objeto de arte. Otras suponen una revolución tanto por su tema como por su técnica, material, estilo, etc.  Lo cierto es que dentro de esta gama hay unas que impactan y se convierten en un modelo a seguir. Tal es el caso de la obra Alegoría del Buen y del Mal gobierno de Ambrogio Lorenzetti. 

En el Palacio de la ciudad de Siena en la Sala de los Nueve se halla un mural civil trabajado con la técnica del fresco. Ella refiere cuando en la superficie se coloca una capa de cal sobre la cual se emplean pigmentos diluidos con agua de cal que se adhieren. Se trata de pintar sobre mojado, lo que supone que se debe hacer con más rapidez y precisión antes de que se seque. Más allá de la técnica es importante el tema que se trabaja. Lorenzetti apuesta a uno civil donde se enfrentan el buen y el mal gobierno. La pieza fue un encargo al artista para que fungiera como un tipo de conciencia sobre la buena y mala gestión. 

A la izquierda de la obra el artista ubica el buen gobierno acompañado de varias figuras importantes: la justicia junto con la concordia que traen paz, y la prudencia que refleja el buen juicio. Con ello se pretende reforzar el ideal de que la seguridad y la armonía traen consigo la buena economía en la ciudad y en el campo y, por tanto la felicidad de las personas. Del otro lado se ubica el mal gobierno con dos fieles acompañantes: la avaricia y la arrogancia, representando la ética moral. En la escena aparece un ser desagradable a la vista, feo, que traduce la maldad totalmente opuesta a la bondad. Aquí la gente desaparece al igual que la prosperidad, la felicidad y la justicia. Todo ello se debe a una mala gestión. Por lo tanto, la intención es llevar un mensaje político y civil. Así el buen gobierno es posible si los todos trabajan a favor del bienestar por medio de una buena gestión. 

Mural 

Buen gobierno

Consecuencias del buen gobierno 

Consecuencias del buen gobierno 

Mal gobierno 

Consecuencias del mal gobierno

Para enriquecer la pieza, el artista emplea arquitectura de fondo, distintas escenas, la línea entre otros logrando una realidad en la misma. No es una obra que refleje a alguien en particular sino que la misma es aplicable a todos los gobernantes. Aquí se propone o se hace visible la capacidad humana de lograr el bien por medio de la acción del pueblo, prescindiendo de la religión. La obra es en sí misma la conciencia de quién gobierna y aboga por el buen gobierno. 

Arte Espacio los espera la semana próxima con otra historia y espera que disfruten esta. Recuerden visitar el blog en las redes sociales, compartir la información y dejar sus comentarios. Hasta la próxima. Chao.

martes, 9 de febrero de 2016

Ingenio creador

Alguna vez en nuestras vidas todos hemos disfrutado que nos cuenten una historia, tal vez unos más que otros. Lo cierto es que no es la historia sino lo que podemos aprender de ella por eso nunca está demás contarlas. He aquí una para ustedes un tanto diferente. ¡Que la disfruten!

Aquí una historia que merece ser contada porque lo que se logró en ella fue un descubrimiento muy singular. Resulta que durante el siglo xv en Florencia se lleva a cabo un concurso para ver quién realizará las del Baptisterio. El auspiciador de esta actividad es el gremio de la lana con la intención de brindar prestigio a la ciudad potenciando el arte y la cultura. Se establece que los participantes deben hacerlas de bronce y presentar una muestra con la escena de la “Muerte de Isaac. Ghiberti y Brunelleschi resultan finalistas y el primero vencedor. 

El derrotado se va de la ciudad con la idea en mente de estudiar la herencia romana para poder dotar de una cúpula a la Catedral de Florencia, que aún permanecía sin cubrir. Una vez realizadas las investigaciones pertinentes, Brunelleschi decide regresar a la ciudad y presentar al gremio de la lana su propuesta y hacer que le comisionen la obra sin decirles cómo la hará. Ya con la cúpula como proyecto Brunelleschi toma en cuenta que es una catedral gótica con un gran crucero en forma octogonal y bóvedas ojivales. Tiene muy claro que su referente romano el Panteón de Agrippa no le sirve para el propósito por la planta octogonal de la catedral y el panteón se encontraba sobre un tambor. 

El artista se enfrenta a varios retos que en lugar de desistir trabaja para ser una obra maestra. El gran tamaño que la cúpula debía hacer era el primer gran problema al que se enfrentaba el arquitecto moderno e intelectual. Seguido de cómo construir una cimbra de madera para una estructura tan grande si nadie podía hacerlo. Otro inconveniente era cómo lograr que los ladrillos no se cayeran al momento de ir cerrando la cúpula. Este gran genio del arte no solo destacó por su ingenio creador sino por su arrogancia al pedir que todos los constructores se pusieran a su disposición para realizar menudo trabajo. 

Para poder realizarla él sabía que debía hacer una maqueta para proyectar en un plano y poder probar que la estructura no se derrumbaría. Es aquí cuando Brunelleschi llega a esa gran idea que le permite lograr la proyección: la perspectiva lineal. Ella designa que todas las líneas en un plano van a convergen en un punto de fuga. Es un sistema de reglas gráficas y matemáticas que permiten representar la realidad en tres dimensiones.

Con esta nueva técnica llega a la resolución de todos los problemas. Así decide hacer una doble cúpula en la cual la interna es más pequeña y sirve de cimbra para la exterior. Los ladrillos decide colocarlos siguiendo la técnica de la espina de pez en la que se intercalan ladrillos horizontales con verticales y evita que se caiga. Esta gran cúpula es la muestra de la perspectiva lineal ya que todas sus líneas se encuentran en la linterna que cubre el óculo por el cual entra luz. Dicha linterna no fue realizada por él, pero sí la diseñó. Esta obra arquitectónica le tomó 16 años en hacerla y la vio terminada. Con ella finalizada gozó de un prestigio y fama sin igual. Brunelleschi es sin duda el primer artista del renacimiento por su comportamiento como intelectual que estudia e investiga, que desarrolla su ingenio y recibe un gran respeto. Pero este gran genio nos dejó con la incógnita respecto a la manera en la construyó porque cada vez que realizaba una etapa quemaba el documento que indicaba cómo se debía hacer. Aún hoy día se desconoce cómo fue que lo hizo aunque se teoriza bastante al respecto. 



Cúpula interior



Demostración de perspectiva lineal

Esta es la historia de un gran artista que diseñó y construyó una de las obras arquitectónicas más prominentes de su tiempo. Arte Espacio espera que hayan disfrutado de la misma y les recuerda que el próximo viernes viene con más por contar. No olviden visitar a este blog en las redes sociales y compartir la información. Hasta la semana siguiente. Chao.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Érase una vez en 1280...

Se cuenta que para 1280 en Italia nació Simone Martini, quién  se dedicó a ser pintor. Perteneció a la escuela de Siena en la cual Duccio era de los más reconocidos y aclamados. A pesar de ello, Simone supo aprovechar su oportunidad de pertenecer a la escuela y sobre todo al círculo de Duccio para desarrollar un estilo muy particular. Gracias a ello se destacó como un gran creador dentro de la escuela. El uso de la línea en forma de “s” le permitió crear curvas y contra curvas en sus obras. Este detalle técnico hace que sus composiciones tengan un carácter muy distinto a las obras del gran Duccio. 

Para una mejor apreciación del estilo del artista parece conveniente examinarlo a través de una de sus grandiosas obras. En el Retablo de San Luis de Toulouse coronando a su hermano Renato de Anjou de 1317 tenemos un cuadro muy bien trabajado. Aquí se retrata el momento en que San Luis renuncia al trono para dedicar su vida a Dios. Él deseaba formar parte de la Orden Franciscana. Para traducir esto Simone Martini nos presenta a un personaje admirado que se ubica en el trono con la vestimenta de arzobispo. Bajo ese manto el artista representa por medio de un hábito el deseo de San Luis de ser fraile franciscano. Esta decisión de Martini resulta muy apropiada porque nos muestra la contradicción entre manto (cargo y poder) vs. hábito (humildad). En esta escena central es notable la falta de proporción entre las figuras ya que San Luis es más grande que su hermano Renato. Este personaje aparece vestido de azul y dorado que nos indica que pertenece a la nobleza. Otro elemento que refiere a la nobleza de la época es la flordelis, la cual aparecía en las casas reales francesas. 

En las vestiduras de los personajes podemos ver el uso de la línea curva que proporciona una sensación de movimiento y menos rigidez. Otra particularidad del artista es el empleo de los ojos rasgados u orientales en vez de almendrados. A pesar de la planaridad que supone el fondo dorado, el artista se encarga de introducir perspectiva y tridimensionalidad por medio de una alfombra. En la parte inferior hay cinco escenas contenidas en arcos semicirculares que relatan la vida de San Luis. Las mismas se leen de izquierda a derecha. En la primera se encuentra el Papa Bonifacio VIII que quiere hacer obispo a San Luis, quién rechaza para ser franciscano primero. Seguido tenemos el ingreso a la Orden Franciscana. Luego a San Luis dando de comer a los pobres, el milagro de hacer resucitar a un niño, y por último, su muerte. 

Esta maravillosa pieza es la muestra de la delicadeza al pintar que caracteriza a Simone Martini, productor de imágenes suaves. Es un artista que integra la arquitectura a su obra y resalta la vocación a la narrativa. Sin embargo, lo más innovador que realiza es la frase que aparece en la bancada (parte inferior) en la que expresa: “SIMON.DE.SENIS ME.PINXIT”  que significa “Lo hizo Simone”. Con ello propone un cambio en la mentalidad y orgullo del artista porque se reconoce como creador de ella. Sin lugar a dudas su trabajo artístico es excepcional que no solo se ve reflejado en esta pieza sino también en obras como La anunciación y Majestad del Palacio Público de Siena. Simone Martini muere en 1340 en la corte papal de Aviñón, Francia donde realizó sus últimas obras. 



Estos genios de la pintura conforman una de las partes fundamentales de la historia del arte a lo largo de los siglos. El viernes próximo Arte Espacio viene con una nueva historia que no te debes perder. Arte Espacio te recuerda que puedes visitarlo en las redes sociales y compartir su información con los demás. Será hasta la próxima. Chao.