jueves, 9 de abril de 2015

Los colores se manifiestan

Los colores son aquellos que le dan más vida a las cosas que vemos. O ¿Acaso no es hermoso un atardecer con ese cielo azul, amarillo, naranja, rosa  que hace que alucinemos ante la belleza de  los colores y lo que son capaces de expresar?  Un solo color puede manifestar muchas cosas, por ejemplo: el azul que bien puede referirse al cielo, al mar, a lo frío. Teniendo esto en consideración, para el 1900 aproximadamente surgió un estilo llamado fovismo. El mismo proviene de fox que significa fiera y fue acuñado por Louis Vauxcelle para designar a las pinturas que eran llamativas desde el color. Lo importante era el color en sí y no la figura en la composición partiendo de que los colores pueden ser expresivos, descriptivos y simbólicos. 

Esto supuso un cambio contundente y significativo en la pintura puesto que lo primordial era expresar por medio de los colores, los cuales fueron fundamentales. El líder del grupo fue Henri Matisse quién siguiendo la concepción vanguardista escribió un manifiesto sobre sus obras y su trabajo como artista/pintor. Matisse planteó que el objetivo era la expresión y que la misma estaba en la composición reflejada en los aspectos formales (cuerpos, figuras, vacíos, proporciones y distribución de colores) porque son los vehículos de la expresión per se. Además, él habló de representar más allá de lo fugaz para mostrar algo duradero y profundo, ese algo tenía que llevar a la esencia de las cosas. De ahí que Matisse argumentó que hacía una ejecución lenta de la obra para seguir trabajándola y lograr dar con la esencia. Por último, Henri Matisse estableció que el arte tiene autonomía porque crea su propia ley, es decir, el arte es independiente de la naturaleza y su menester reside en interpretarla y amoldarla a las leyes del cuadro. Con este planteamiento Matisse expone un punto clave de la vanguardia: la autonomía del arte. 

Sus obras fueron reflejo de sus planteamientos y en cada una de ellas Matisse las trabajó hasta lograr la esencia en el cuadro. En el lienzo La ventana abierta de 1905 podemos apreciar colores brillantes que destacan la escena  y lo particular de esta pieza es el uso del contraste simultáneo en el que por medio de los colores logra el contraste que produce un efecto en la pintura. 




En su obra Carmelina 1903 tenemos a una mujer sentada que mira al observador, su silueta está más definida, hay composición geométrica donde se ve la línea recta y el punto, los colores son más llamativos y en la parte de atrás sale el pintor. Otra de sus obras Mujer con sombrero de 1905 el contraste lo podemos apreciar en la forma del sombrero y toda la obra es una muestra de la maestría del artista en la organización de los colores para producir un efecto. 


Junto a Matisse destacaron varios pintores, entre ellos: André Derain y Mauricio Vlaminck. El primero realizó un cuadro titulado Los botes de Collioure de 1905 en donde la escena es vista desde arriba, con grandes pinceladas, contraste simultáneo y la técnica del puntillismo o divisionismo en la cual las pinceladas som rayas o puntos. 


Vlaminck por su parte, realizó Paisaje con árboles rojos de 1906-07 en donde podemos apreciar una cierta profundidad dada por la unión de formas, las formas poco definidas, sin perspectiva atmosférica (espacio entre figuras y planos de la composición) y contraste de colores. 


Con este nuevo estilo vanguardista Matisse y sus compañeros plantearon que la pintura es expresiva y lo logra con el color y el manejo apropiado del mismo en conjunto con aspectos formales. La vanguardia ya comenzó la transformación, no te pierdas el próximo cambio por aquí todos los viernes. Hasta la próxima. Un abrazo. 

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