jueves, 19 de febrero de 2015

Reflejo de la realidad

Para mediados del sigloXIX, teniendo como escenario para desarrollarse a Francia, surgió el realismo. Este movimiento nació a partir de la serie Realismo que Gustave Courbet hizo. En esta se dio a conocer la obra El taller del artista.  La intención del artista fue proponer un movimiento anti-académico que rompiera con los cánones. El estilo se orientó a la realidad, al mundo y a elementos que caracterizaron la época industrial, acompañado de una denuncia social y ciertos movimientos políticos como el socialismo entre otros.

El realismo desarrolló unas características que impregnaron las producciones artísticas de la pintura y la esculturas de la época. Su intención era lograr una reproducción exacta de la realidad, presentar fielmente lo que ve. Rechazó el elemento sentimental del romanticismo para reflejar la realidad del individuo y de la sociedad, oponiéndose a lo fantasioso e irreal. Acuñó como técnica la descripción detallada para poder mostrar una representación veraz. Su tema central lo fue la cotidianidad a modo de visibilizar por el medio artístico los problemas políticos, sociales y humanos. También, dirigió su esfuerzo a mostrar una relación estrecha entre los individuos y su entorno social. De una forma u otra se enfocó en denunciar los males que aquejaban a la sociedad y en transmitir sus ideas de forma objetiva y verídica. 

El taller del artista de Courbet

Si bien en la pintura los artistas se esforzarán por cumplir con los criterios del movimiento para lograr una reproducción fiel y exacta de la realidad. Retomando la obra de Courbet El taller del artista, a la izquierda se encuentran personas de distintos estratos sociales, mientras que en la derecha se hallan amigos y asociados del artista. En el centro Courbet está pintando un paisaje y se encuentra alejado de una modelo desnuda, apartándose de la tradición artística de la academia de hacer representaciones en base al desnudo. 

Junto a este estilo surgió la escuela paisajística francesa caracterizada por mostrar un sentimiento de la naturaleza orientado al panteísmo (creencia de que el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes). Un ejemplo lo es Confluencia de los ríos Sena y Oise 1868 de Charles Francois Daubigny. Por otro lado, la escuela italiana de carácter anti-académico y se distinguió por el uso de manchas de color y formas inacabadas. Esto se ve claramente en la obra de Giovanni Fattori Puesta del sol en el mar. También, surgió la escuela de los prerrafaelitas en Gran Bretaña que tenían como inspiración a pintores italianos anteriores a Rafael y en la fotografía. La obra de Perséfone de Dante Gabriel Rossetti es una muestra de este tipo de pintura de la época. 

Confluencia de los ríos Sena y Oise de Daubigny

Puesta del sol en el mar de Fattori

Perséfone de Rossetti

En la escultura se siguió el mismo concepto de lograr una representación que fuese el reflejo tanto de esa realidad como de la sociedad, con un especial interés en figuras de obreros y marginados sociales. En este aspecto destacó Constantin Meunier con su enfoque el proletariado idealizado puesto que se presentó al obrero como ese héroe moderno. La obra de El Pudelador de Meunier es un obrero que en la representación el artista enfatiza su fuerza y vigor, presentándolo como el trabajador anónimo que se convierte en héroe de la sociedad. Otro artista destacado en este movimiento y que fue considerado como gran maestro del realismo lo fue Mariano Benlliure y Gil, autor del Monumento a los cazadores de Alcántara. 


El pudelador de Meunier

Monumento a los cazadores de Alcántara de Benlluire y Gil

Este movimiento artístico tuvo como su eje primordial lograr una representación fiel y exacta de la realidad, implicando una ruptura y un alejamiento con los cánones de la academia artística. 

El viaje continúa amigos con impresionismo, así que los espero el próximo viernes. Recuerden  visitar Arte Espacio en Facebook y Twitter. Chao.  

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