Una obra de arte si bien es el producto de un proceso creativo-intelectual
en el que inciden la cultura, la sociedad, la política, la economía, la
religión y el ámbito personal de quién la realiza. Como parte de este proceso
hay ciertos aspectos que el/la artista toma en consideración cuando concibe la
obra. Al momento de planificar el diseño de la pieza artística, estos aspectos
son de suma importancia porque dictan, en conjunto con los elementos del arte,
cómo será trabajada la composición. Entre los fundamentos del diseño se
encuentran los siguientes.
La unidad refiere a esa relación entre las partes de un
todo. Por consiguiente, es necesario organizar los elementos para que formen
ese todo unificado y se pueda transmitir el mensaje. A veces en una pieza
artística es traducida a un aspecto que es igual y se repetitivo.
La misma trabaja muy de cerca con la variedad, que
designa a lo variable dentro de ese orden establecido por la unidad. Con ello
se crea un contraste ya que es lo distinto y particular dentro del todo. De
esta forma, ambos logran dar ese sentido coherente de los elementos de la obra
y proporcionar armonía a la misma.
El Juramento de los Horacio de David es un ejemplo de unidad reflejada tanto en las formas arquitectónicas y la organización de las figuras, mientras que la variedad aparece en la postura incómoda de la figura central.
Por medio del balance el artista dota a su creación
de una distribución equitativa del peso de la composición. Se trata de fuerzas
opuestas operando para lograr unidad por medio de la compensación del peso en
la obra.
En la Tienda Gersaint de Watteau se muestra el balance por medio de figuras femeninas en primer plano: una de blanco y otra de rosa.
Cuando el artista le interesa captar nuestra atención
trabaja sobre un aspecto, haciéndolo resaltar sobre los demás en la composición
y es aquí cuando aparece el énfasis. El énfasis es el recurso que le permite
emplear ese algo que atraerá las miradas de los espectadores. Para que funcione
deben haber elementos de subordinación, es decir, eso que es menos visible, que
hace que nuestra mirada se dirija al énfasis. Ambos se complementan para lograr
la obra de arte.
Mezzetín de Watteau el énfasis es en la figura masculina y la figura femenina del fondo es la subordinación.
La escala apunta al tamaño con relación a un estándar,
es ese tamaño normal establecido. Con la escala es posible establecer
diferencias, relaciones, jerarquías, etc. Entrelazado con ella aparece la
proporción o la relación del tamaño entre las partes de la composición. Es por
medio de ambas que se puede acentuar aún más el mensaje que se quiere llevar.
La Paleta de Narmer es un ejemplo de escala y proporción traducido en la figura del faraón y el sirviente a la izquierda.
A través de la sucesión y alternación de formas se logra
el ritmo que se afianza en la repetición de algo en particular y es por este
medio que se provee movimiento a la
composición.
Estos fundamentos del diseño forman parte esencial de
ese proceso creativo que resulta en una obra de arte. Denotan un proceso
bastante complicado y que requiere de esfuerzo, dedicación y estudio.
La semana entrante Arte Espacio viene con nuevas cosas
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